Buscar este blog

miércoles, 19 de enero de 2022

HACE 50 AÑOS ME COLEGIÉ


No tenía la más mínima intención de colegiarme como abogado, la más mínima. Había acabado la carrera de derecho en 1971 en la Universidad de Deusto, donde había iniciado mis estudios en la Universidad Comercial con la idea de dedicarme a la Administración de Empresa por un pacto con mi madre que no quiso que estudiase periodismo – “profesión de borrachos y de puteros” decía mi madre -, pero el padre Bernaola se cruzó en mi camino y me encontré en cuarto de derecho involuntariamente, porque había que estudiar asignaturas de derecho dentro del programa de Ciencias Económicas, ya que se me cerró la gran puerta de la Comercial de Deusto.

Aquel 1972 lo pasé trabajando de contable un poco, haciendo la reválida del título para que deviniera oficial y presentándome a puestos de trabajo de vez en cuando y sin gran entusiasmo hasta que me cogieron en el Credit Lyonnais, más por mis conocimientos de rugby y de francés que por otra cosa. Pero a mi hermano le pusieron un pleito y, en vez de hacer lo lógico, se empeñó en que yo le defendiera, así que me pagó la colegiación y la suscripción inicial del Aranzadi.


Contra toda probabilidad, aquel pleito se ganó, mi hermano me regaló una placa y me dejó un hueco en la oficina, en horario de tarde compatible con el de la banca, por allí empezaron a pasar gentes varias con sus problemas, unos tenían solución jurídica, otros no, pero incluso los que perdían me mandaban más clientes, lo que me obligó a estudiar derecho como nunca antes había hecho, me di cuenta que había aprendido mucha más materia de lo que pensaba  y eso me facilitaba encontrar en el Aranzadi respuestas a las dudas que me asaltaban.

Me fui casando y teniendo hijos, a la vez que, quizá por ser rojo, los trabajadores eran mayoritarios entre mis clientes, los coletazos de la tiranía nacional católica enviaron a Paco Idiáquez al exilio y tuve que sustituirle sin pensarlo como abogado de Comisiones Obreras, en la clandestinidad aún, gracias a un impulso decisivo de José Ramón Recalde, al que había conocido durante la carrera por un evento marxista que organicé como delegado de Facultad.

Dejé el banco, dejé el amparo de mi hermano, me dediqué exclusivamente a Comisiones Obreras con la colaboración esencial de Mikel Corcuera, un gran tipo siempre. Y nos hicieron legales, Franco se había muerto y sus empleadores nos otorgaron un régimen menos totalitario pero bastante perverso. 

Recalde me impulsó de nuevo en 1977 para dar la asignatura de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la ESTE de los EUTG que dependía de los jesuitas y que, con el tiempo, vino a integrarse en la Universidad de Deusto, donde yo ya había dado Derecho Bancario por recomendación de un camarada comunista, José Luis Sanz.

También en 1977, CCOO hizo que los camaradas abogados de sus servicios jurídicos nos integráramos en una sola organización, así que Mikel y yo acogimos en el seno de nuestro despacho a un conocido de mi infancia Joshelu Yarza que llegó acompañado de un reservado gallego José Luis Martínez y de dos elementos más José Mari Abad y Manolo Díaz de Rábago, un extrafalario madrileño, a los que se sumó Javier Hernáez. Así y con las secretarias como socias en igualdad de derechos y deberes nació Asesoría Jurídica Lan.

La historia del despacho colectivo durante los siguientes 28 años, su transformación en otra cosa a base de operaciones quirúrgicas traumáticas con amputaciones y trasplantes, algunos sufrieron rechazo, cirugía estética, los consejos de guerra, el brainstorming soviético con objetivo del máximo beneficio económico, las contradicciones entre ética y dinero en el seno de la familia, la confusión entre mafia y amistad, batzoki o puticlub… en resumen, sueños y pesadillas que dejaron cicatrices, no sólo síquicas, en mi.

En 2005 me  encontré solo en la vida profesional de abogado de nuevo, me seguía sin gustar lo de ser abogado, sobre todo fuera de sala. Alfonso Ruiz me despertó y me llevó de nuevo a la vida del Derecho, un acto de bondad banal pero de consecuencias imprevisibles el que realizó este excelente abogado. Yo solo me compliqué la vida durante unos años volviendo a crear un despacho que duró hasta que miré para otro lado, la edad me llevaba cada vez más a otros intereses, así que he ido pasando mi placa por cuatro direcciones distintas hasta esta última, inexplicablemente a coger la silla que había dejado caliente Alfonso.

Y el 9 de noviembre de 2022 hago 50 años de colegiado y no sé por qué aún.  

  DESPACHO ACTUAL

jueves, 13 de enero de 2022

SOLO SÉ QUE NO SÉ NADA



- ¿Sigues leyendo el periódico en papel? - pregunta el Barón de la Florida al encontrar a Jon Galtzagorri en la terraza de la cafetería del Paseo de García Lorca – Serás de los pocos.

- Incluso guardo algunos, no tantos como aquel monstruo de José Luis López Lacalle al que tanto sigo echando de menos, pero guardo números, tengo una especie de hemeroteca en el garaje.

Galtzagorri levanta los ojos de las esquelas y espera que su amigo se siente enfrente, apaga lo que queda de un cigarro en la taza de café vacía, luego se arrepiente y vuelca el contenido en un cenicero, el Barón nota sus ojos acuosos, quizá un efecto del frío.

- Creía que ya habías dejado de fumar definitivamente, Jon.

- Yo también pero este día de sol sevillano a orillas del Urumea me ha puesto nostálgico y casualmente tenía un habanito en el bolsillo de este viejo abrigo, fumar me lleva a recordar cosas del pasado y recordar es más peligroso que fumar muchas veces.

- Deberías leer solo las noticias de la Real Sociedad y saltarte los avisos de defunción como yo, la edición digital está muy bien para eso, las esquelas las tienes que buscar, no te saltan entre páginas.

- Las páginas, las escasa páginas de papel, estamos asistiendo a la agonía del periódico impreso y es una agonía dolorosa para la ciudadanía.

El Barón ha obtenido que les sirvan dos cafés cortados a pesar de que ya empiezan a servirse aromáticos menús del día y el estómago se despereza a su llamada. No tiene prisa sin embargo, puede oír la perorata de Galtzagorri un rato y sin dormirse gracias a la cafeína.

- Y me temo que el periodismo, el periodismo hecho por periodistas y no por anunciantes y algoritmos, está luchando por sobrevivir frente a la comunicación de mensajes interesados, de campañas orquestadas por las finanzas…

- De los putos amos del chiringuito – el Barón adelanta la expresión que es asentida por Galtzagorri -.

- Habría que estudiar por qué mientras los periódicos auténticos desaparecen, se refugian en ediciones digitales incontables en número pero de escasos seguidores cada una, en España la Prensa del Movimiento totalitario controla, como en los viejos y grises tiempos, el flujo de información que llega al público, que incluso aquellos jóvenes plumillas del falangismo mediático siguen, ahora viejos momificados, publicando y alimentando la opinión de los que acabarían con la libertad de opinión, mandando a sus cachorros de mastín a la primera fila mediática…

- ¿Te vas a volver a meter con el Jota?

- No, siempre he respetado al “homo ancestralis”, además el mordisco del dinosaurio también puede ser letal.

Consumidos y pagados los cafés, ambos se levantan y se dirigen por la orilla derecha del río hacia Gros esquivando korrikolaris sudorosos, envueltos en vaho inocuo, al menos las mascarillas que los dos llevan pueden servir para ello. 


martes, 11 de enero de 2022

ÓXIDO DE VIDA


- Me ha gustado la serie que me recomendaste – saluda Galtzagorri, llegando con Coro, su mujer, a casa del Marqués de Altamira -, la del óxido americano « American rust ».

- Lo que pasa es que éste se encuentra parecido con Jeff Daniels – dice Coro, poniendo la pantxineta en la mesa del comedor familiar -, a mi me ha parecido un poco lenta pero el pueblo americano es como en el que vivió nuestro hijo cuando pasó el año allí aprendiendo inglés… Nuestro hijo vivía en la casa del dueño de la fábrica textil pero el resto del pueblo es como el de la serie y a él también le ha parecido.

- Y lo que cuenta el argumento, dice nuestro hijo que era lo que pasaba todos los días – Galtzagorri sale del baño, después de haber dejado impermeables y paraguas chorreando por allí -, que no nos lo contaba para no preocuparnos ni cuando fuimos a verle… que le ha parecido como un documental.

- Las películas americanas reflejan muy bien la vida americana – la Marquesa ha retirado la pantxineta a la cocina y ha puesto en su lugar unas ostras -, yo tenía la impresión de conocer todo lo que veía en Nueva York o que estaba en una película mientras paseábamos, y la de kilómetros que hicimos, además en millas que son más largas.

- Cuando en una película pone “Basada en hechos reales” quiere decir que a los guionistas se les ha ido la olla y que todo es pura fantasía – dice el Marqués escanciando un blanco de las Rías Baixas en los vasos para placer de la vista y el oído antes del olfato y el gusto -, sin embargo, cuando dice que “Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia” quiere decir que “Por favor, no nos pongas un pleito por lo mal que te hemos reflejado”…

- A veces tendrían que poner eso del “parecido con la realidad es coincidencia” en algunos documentales “de investigación” de las televisiones – Galtzagorri examina la etiqueta de la botella y, después, le hace una foto con el móvil -,  hace tiempo que no he visto un buen documental y casi me gustan más los documentales que las películas de ficción, los hay muy buenos.

- Es que “Tijera contra papel” que tanto me recomendaste puso el listón muy alto – la marquesa retira la pirámide de conchas de la mesa -, aunque acabé aterrorizada por el retrato que hace de la justicia en España, es de no dormir.

- Spanish rust, óxido español… - Coro alza su vaso, esperando que alguien lo llene -.