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miércoles, 23 de mayo de 2018

MENSAJERO GUIPUZCOANO

La curva de la subida a Ulía, donde se encuentra la señal para marcar la ciaboga de las regatas, esa curva es, para Galtzagorri, el mejor punto de Donostia para contemplar su paisaje urbano, delimitado por las playas, el río, las colinas...  se puede subir en coche pero hay que dejarlo algo alejado para no interferir con el tráfico rodado, se puede subir andando por el camino que sigue las vías del antiguo funicular -cerca se encuentra una antigua zona de “cruising” de homosexuales por si es de interés a alguno de los lectores- pero es una visita imprescindible cuando se hace turismo por esta ciudad. Sentado en el murete, un día soleado de esta semana Galtzagorri pensaba en voz alta…

- Hacer notas de prensa, matar al mensajero, sostenerla y no enmendarla en resumen, son gilipolleces que acaban pasando factura, son muros de arena en la playa para impedir que la marea suba hasta donde estamos.
- El caso del pornógrafo ha puesto de relieve a nivel nacional, algo que se sabía a nivel local, el poder judicial, sea lo que sea el poder judicial, tiene un problema en Gipuzkoa.
- No es de recibo que personas vinculadas estrechamente a abogados ejercientes en un ámbito tan reducido revistan la toga de juez en el mismo ámbito y no basta solo que, a veces, se dignen apartarse en algunos casos que les llegan. Y lo mismo es de aplicación en fiscalías y en administraciones concursales que también son órganos encargados de construir justicia.
- La inspección de tribunales no es solo venir a comer bien, se debería ocupar de que la justicia parezca honesta, todo lo honesta que puede parecer la justicia en España o mejor, todo lo honesta que debería ser la justicia en España. Tarde o temprano la justicia, pareciendo honesta, acabará siéndolo.
- Desde aproximadamente las fechas de la Expo de Sevilla hasta las del Incendio de la Torre de Errotaburu reinó un desmadre o un despadre en la Diputación, sección impuestos y, como la mierda cuanto más se revuelve peor huele, se pasó página. Y hoy, de aquellos polvos vienen estos largos embarazos, resulta que el pornógrafo donostiarra ya estaba entonces haciendo fotos y otras cosas y ha seguido haciendo otras cosas y fotos hasta hoy, retratando lo que fue la corte feudal del conde Víctor que, partido al exilio social, dejó a algunos de sus cortesanos bien colocados en los mismos círculos de poder y financiando todo tipo de las actividades culturales a las que eran aficionados con dineros públicos, como debe ser, que la cultura del culo es mucha cultura, y el grano de pus se ha convertido en tumor.
- Las víctimas en el caso que ahora está “sub iudice” han sido víctimas de los hechos que han denunciado y de una estructura de poder local existente, de una red social en la que todos tienen un amigo en donde conviene tener un amigo, y las víctimas se han encontrado con que el pornógrafo donostiarra era uno de todos ¿Quiénes son todos?
- Los hechos humanos ocurren en el tiempo y en el espacio, el tiempo de los hechos denunciados es muy largo, demasiado largo para las víctimas, y los espacios están aquí, en pisos, villas, caseríos o embarcaciones que se pueden localizar desde Ulía, desde la curva, algunos hechos han dejado huellas digitales, algunos han dejado huella en grabaciones, algunos han dejado huella en la memoria de arrendadores, chóferes, taxistas, patrones de barco, vecinos o de quienes escuchamos los relatos exhibicionistas, como los de pescadores de truchas en una cena regada, sobre las relaciones sexuales con aquellas chicas.
- Y las chicas eran “clase obrera. Las “pedorrillas”, la “carne fresca”… eran proletariado, indefensas adolescentes, educadas por la pantalla luminosa más plana, que creían que “follar para ascender” es lo que hay que hacer en esta sociedad y que se cruzaron con quienes habían ascendido para follar, por cierto “follar es de albañiles” se decía por los protagonistas en aquellos tiempos cortesanos o, al menos, eso se me ha dicho.
Los ruidos de la ciudad llegan hasta la curva de Ulía, en esta ciudad hay tantos ruidos como granos de arena en la playa, en esta provincia que la rodea también hay mucho ruido, demasiado, no deja oír nada con claridad.

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