- ¿Sigues leyendo el periódico en papel? - pregunta el Barón de la Florida al encontrar a Jon Galtzagorri en la terraza de la cafetería del Paseo de García Lorca – Serás de los pocos.
- Incluso guardo algunos, no tantos como aquel monstruo de José Luis López Lacalle al que tanto sigo echando de menos, pero guardo números, tengo una especie de hemeroteca en el garaje.
Galtzagorri levanta los ojos de las esquelas y espera que su amigo se siente enfrente, apaga lo que queda de un cigarro en la taza de café vacía, luego se arrepiente y vuelca el contenido en un cenicero, el Barón nota sus ojos acuosos, quizá un efecto del frío.
- Creía que ya habías dejado de fumar definitivamente, Jon.
- Yo también pero este día de sol sevillano a orillas del Urumea me ha puesto nostálgico y casualmente tenía un habanito en el bolsillo de este viejo abrigo, fumar me lleva a recordar cosas del pasado y recordar es más peligroso que fumar muchas veces.
- Deberías leer solo las noticias de la Real Sociedad y saltarte los avisos de defunción como yo, la edición digital está muy bien para eso, las esquelas las tienes que buscar, no te saltan entre páginas.
- Las páginas, las escasa páginas de papel, estamos asistiendo a la agonía del periódico impreso y es una agonía dolorosa para la ciudadanía.
El Barón ha obtenido que les sirvan dos cafés cortados a pesar de que ya empiezan a servirse aromáticos menús del día y el estómago se despereza a su llamada. No tiene prisa sin embargo, puede oír la perorata de Galtzagorri un rato y sin dormirse gracias a la cafeína.
- Y me temo que el periodismo, el periodismo hecho por periodistas y no por anunciantes y algoritmos, está luchando por sobrevivir frente a la comunicación de mensajes interesados, de campañas orquestadas por las finanzas…
- De los putos amos del chiringuito – el Barón adelanta la expresión que es asentida por Galtzagorri -.
- Habría que estudiar por qué mientras los periódicos auténticos desaparecen, se refugian en ediciones digitales incontables en número pero de escasos seguidores cada una, en España la Prensa del Movimiento totalitario controla, como en los viejos y grises tiempos, el flujo de información que llega al público, que incluso aquellos jóvenes plumillas del falangismo mediático siguen, ahora viejos momificados, publicando y alimentando la opinión de los que acabarían con la libertad de opinión, mandando a sus cachorros de mastín a la primera fila mediática…
- ¿Te vas a volver a meter con el Jota?
- No, siempre he respetado al “homo ancestralis”, además el mordisco del dinosaurio también puede ser letal.
Consumidos y pagados los cafés, ambos se levantan y se dirigen por la orilla derecha del río hacia Gros esquivando korrikolaris sudorosos, envueltos en vaho inocuo, al menos las mascarillas que los dos llevan pueden servir para ello.
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