Hoy 21
grados allá en la casa de la playa. En Donostia bajo la lluvia, frío presagio
del invierno, el descerebrado –la cocaína le quemó la última célula gris ha
tiempo-, delincuente ha dejado un reguero de papeles analfabetos y ridículos
que llegan a la hora del café hasta Hernani . Trabajar es una suerte en estos
momentos de cambio de era pero el gandul fracasado no lo entenderá nunca: la
envidia y el resentimiento son su horizonte vital. Hace 21 grados en la casa de
la playa, habrá que hacer un fin de semana “caribeño”, nos lo hemos ganado.
antxonmasse.blogspot.com.es/2011/09/un-minuto-de-reflexion.html
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