Hoy en
la España de la crisis está compareciendo a presencia judicial un ciudadano,
yerno del Jefe del Estado. Los medios de difusión están siguiendo en riguroso
directo las diligencias judiciales con un costoso despliegue de medios
personales y materiales que indica la rentabilidad económica de esta noticia o
la rentabilidad “social” que esperan obtener las empresas –las noticias que no
se rentabilizan no existen-, así que me ahorro el comentario concreto de este
caso.
¿Pueden
las personas que hacen profesionalmente la Justicia trabajar en este ambiente
de presión mediática? La continua necesidad de rellenar de noticias los medios
hace que sus trabajadores precaristas expriman estos casos hasta la última gota
-y no siempre con un buen conocimiento de la ingeniería procesal penal-,
mientras que los buitres de la comunicación los frivolizan en abundantes
juicios paralelos por todas las parrillas tertulianas y columnarias “calumniarias”.
Así que los funcionarios del aparato
judicial deben saber trabajar en estas inevitables situaciones ya, sabiendo que
hasta los gestos mínimos van a darles su momento de fama, para centrarse en los
fines constitucionales del proceso legal, lo cual requiere una formación previa
específica.
Me temo
que las interactuaciones entre los procesos judiciales y los procesos
difundidos estén provocando un mal funcionamiento, en perjuicio de acusados y
víctimas, de aquéllos y que el remedio no se vaya a adoptar en mucho tiempo.
www.masseabogados.com
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