Melenchon con su maquiavélica apuesta por el “cuanto peor,
mejor” está dando la excusa perfecta a Macron para cuando sea derrotado por la
pesadilla que se nos viene encima, pero hay que reconocer que Macron, surgido de
las élites bancarias y burocráticas que se han meado encima nuestro de toda la
vida, se basta él solo para ir a perder estas elecciones: discurso gilipollas
en la noche electoral, fiestecita de estudiantes para celebrar que es el enano
que se ha de enfrentar a la madrastra de Blancanieves, un par de días de resaca
en silencio, salir en la tele para decir que no va a cambiar su programa un
ápice y que está tan en contra de la derecha como de la izquierda, refugiarse
en una palabrería apta para financieros y altos funcionarios cada vez que abre
la boca…
Entre la peste y el cólera, entre el cáncer y el infarto
¿Qué van a elegir los franceses que vayan a votar? Pues la que está dando la
imagen que vende, montada en el caballo de Juana de Arco al que le ha tomado
prestados los cojones, la que promete lo que sabe perfectamente que no puede
cumplir respecto de los obreros cabreados y la que va a provocar un seísmo en la
Europa de los idiotas y mamones de Bruselas, que nos lo van a hacer pagar a los
de siempre.
Ese inútil de Macron está preparando los titulares del 8 de
mayo: LA PRESIDENTA YA ESTÁ EN PARIS
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