Hay gente que viaja en vehículos que están preparados para dormir en ellos, algunos incluso para cocinar y asearse en los mismos. Tienen todo el derecho a hacerlo como los que viajan en cualquier otro vehículo. También tienen deberes, como ciudadanos que son. Y además como su actividad tiene aspectos molestos para los demás ciudadanos como la basura de vivienda que generan, incluyendo los desechos fisiológicos, la ocupación temporal de plazas de estacionamiento y de terrenos públicos o privados ajenos con sus vehículos y sus “terrazas”, la lentitud en ruta… tienen el elemental deber de hacerse cargo de estas molestias y de pagar por los servicios que usan. Y en la sociedad hay buenos y malos miembros, y como la sociedad de usuarios de estos vehículos-dormitorio es cada vez más numerosa, cada vez hay más buenos usuarios y cada vez hay más malos usuarios, siendo éstos tan numerosos hoy en día que tapan a los otros a los ojos de muchos habitantes de los lugares que los reciben -se beneficien mucho, poco o nada de este tipo de turismo -, y a los ojos de muchos que también visitan de otra manera los mismos lugares. Es de entender el artículo de este señor que habla de "La plaga de autocaravanas", sin entrar en polémicas tan estériles como es la discusión sobre los perros urbanitas por los parques naturales. Y que conste: ni mi furgoneta ni mi perro molestan a nadie, no existen.
España cañí
El artículo del sr Ignacio no tiene pies ni cabeza y solo se puede entender desde el punto de vista de que le han pedido o pagado por escribir semejante cúmulo de mentiras y falsedades. Pero igual que usted, poniendo en negro sobre blanco cosas como "la lentitud en ruta" cuando la mayoría de autocaravanas andan tanto como cualquier coche.
ResponderEliminarPor favor, dejen ya de decir tonterías.