Oedipus complex: Oedipus explains the riddle of the Sphinx, Jean Auguste Dominique Ingres. (ca. 1805) (Photo credit: Wikipedia) |
Edipo en “La máquina infernal” de Cocteau es un joven
impulsivo –acaba de matar a su padre de un palazo por un incidente de tráfico-,
que ha ganado el trono de Tebas con su reina incluida en un concurso estúpido
patrocinado por Creonte. Edipo parece más virgen que un vasquito de Alzo el día
de su primera comunión cuando llega a la noche de bodas con Jocasta, la reina,
pero algo debe de haber oído de lo gratificante que es holgar con una mujer
porque no le importa nada que Jocasta tenga una edad que pudiera ser su madre,
así que a pesar de su cansancio del viaje, el concurso con la Esfinge, la boda,
los cortejos y ceremonias que le hacen a veces dormirse de pie, él quiere pasar
al lecho. Jocasta echa de menos a su marido Laius pero se ha encontrado con un
yogurcito, por la edad podría ser su hijo abandonado con los pies perforados
hacía muchos años, que comerse y, a pesar de que éste se llama “Pies agujereados”
en griego y se suponen que están hablando en griego, lo que hace es alargar el
momento de la consumación, poniendo así al muchacho más caliente que una colada
de acero serpenteando a la salida del horno. Para no meterse al catre Jocasta
pretexta que tiene que pasar por la
peluquera a las tantas de la mañana y que Tiresias, un asesor de guardia ciego
y con pretensiones de sacerdote imprescindible, tiene que preparar a Edipo para
la ocasión. Tiresias es un experto reputado y, en vez de decirles a los dos que
son madre e hijo y que por mucho que les apetezca no pueden hacer lo que les
pide el cuerpo porque entre los humanos no se mejora así la raza, se dedica a
comerle la oreja a Edipo sobre los oráculos, los presagios y las profecías, así
que como buen experto la caga, porque Edipo es tonto y Jocasta no es mucho más
avispada y los dos están ciegos de hormonas para esas horas.
Más o menos esto es lo que le pasa a mi personaje de Edipo en la obra de teatro que estamos
preparando, claro que yo podría ser el padre de quien hace de Jocasta pero el
teatro aficionado es lo que tiene, ya veremos si esta escena da juego.
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