Buscar este blog

miércoles, 28 de mayo de 2014

EL PRIMER DÍA DE CLASE

Hoy es 28 de mayo de 2014 y ha sido mi primer día de clase como profesor. He dado de 8 de la mañana a 9,45 una clase a un grupo de jóvenes, la clase trataba de un tema de Derecho Laboral, una materia tristemente de actualidad: la extinción del contrato de trabajo.

Puerto de San Sebastián (Euskadi, España)
Puerto de San Sebastián (Euskadi, España) (Photo credit: Wikipedia)
El 21 de enero de 1978, sin embargo, aquel otro primer día de clase como profesor a las 6 de la tarde di una clase a un grupo de empleados de banca, hoy me parecerían jóvenes, entonces, yo tenía 29 años, me parecieron muy mayores, la clase trataba de un tema de Derecho Mercantil, una materia que está siempre de actualidad: la cuenta corriente bancaria.

Entre ambas fechas han pasado muchos primeros días de clase –siempre han sido primeros porque nunca he sabido si iba a ver el siguiente, incluso a veces ha sido milagroso que hubiera un siguiente-, hasta llegar a este último primer día de clase en la Universidad de Deusto, campus de Donostia. Empecé en los EUTG  y he acabado en la Universidad de Deusto.

He aprendido mucho y he olvidado más, gracias a los 4.699 alumnos que he tenido –podéis contarlos en los archivos y registros de la Universidad entre la ESTE, EMI, Grados, Masters, Cursos, Aulas...-, y que me lo han aportado. Estoy muy agradecido a todos y cada uno de ellos, aunque luego la vida me los haya devuelto a veces como el mar devuelve restos de cualquier cosa a la playa o como soldados enfurecidos sedientos de sangre enemiga... que de todo he encontrado.

También he tenido compañeros de trabajo inmensos, que me han soportado por oficinas administrativas, bibliotecas, librerías y despachos, además de aguantarme en las desaparecidas salas de profesores, cafetería o comedor... bedeles, limpieza, hostelería han sido mi hola y adiós frecuente de estos años. Y los otros colegas, los del claustro –con los que ya han partido a fumar en silencio el eterno cigarrillo que nunca se deja, en mi recuerdo- y los de los claustros de al lado Idiomas, Turismo, Filosofía, ahora Humanidades, colegas que ahí están, preparando el burocrático comienzo del siguiente curso, colegas con los que espero seguir departiendo en el futuro y quizá colaborando en menesteres más lúdicos que los que nos han dado un salario, escaso pero salario, estos años. Porque enseñar ha sido lúdico, me han pagado por lo que me gustaba y esto me ha motivado.

Aquel primer día de clase de 1978, mi mujer –Isabel era profesora de inglés en los EUTG-, me invitó a algo en el bar de debajo de casa, el Aloña, no me acuerdo qué tomamos, solo me acuerdo de ella, riéndose y fumando un cigarrillo en la barra, antes de subir. Hoy es ella la ausencia, la única ausencia.


   
Enhanced by Zemanta

1 comentario:

  1. Antxon:

    Enhorabuena por haber llegado con tanta fuerza a este primer día de clase.

    Un fuerte abrazo.

    Juanjo

    ResponderEliminar