Spain-33B - Felipe III in Plaza Mayor (Photo credit: archer10 (Dennis)) |
El crecimiento económico moderado y el turismo han causado la disminución del paro, los
empleos creados en el sector turístico en un pequeño porcentaje se mantendrán y
el resto nos dejará en otoño salvo los que puedan ser compensados por esa
inflexión del ciclo –parece que ya no podía “decrecer” más-.
¿Qué tiene que ver la reforma laboral en todo esto? Mucho: la
reforma ha ido generando una gran masa de parados cualificados que no ha
emigrado y que está dispuesta a subsistir con un salario de mierda en cualquier
ocupación. La industria, sin embargo, no da muchas muestras de generar empleo y
la educación sigue yendo hacia abajo.
Las rentas salariales impulsadas por las entradas de divisas
turísticas estos meses van a lubrificar algo las ruedecillas de la economía
española y algo se sumarán al crecimiento económico pero los beneficios
empresariales procedentes de ese turismo son los que tienen que mover esos
mecanismos aunque sea con perspectivas cortoplacistas –muchos plazos cortos con
el tiempo se convierten en un largo plazo, claro-.
Las contrataciones laborales han sido tanto en contratos
viejos temporales o precarios como en los “mini-jobs” derivados de la reforma
laboral, eso sí, a salarios post-reforma. Ahora solo falta convencer a los
empresarios extranjeros como en los años 60 del pasado siglo que “somos los
chinos de Europa” para que un crecimiento económico “franquista” nos lleve a la
euforia de nuevo: Spain is the same,
Spain is different.
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