Español: Logo parecido al de Izquierda Unida thumb|En el panel del fondo, el logo real en 2005 (Photo credit: Wikipedia) |
Yo voté a Podemos en las pasadas elecciones a la cámara hidrocefálica
centroeuropea. Con las esperanza de que la izquierda, nuestra izquierda, se pusiera las pilas para las elecciones de
aquí, las elecciones de nuestros intereses cercanos y que además
paradójicamente son las que cuentan para el gobierno de Europa. Las elecciones
municipales llegan antes pero son elecciones en que me suelo guiar más por lo
que entiendo que pueda ser más conveniente para Donostia y para Gipuzkoa que
por adscripciones ideológicas determinadas, me fijo más en los alcaldables o en
los “diputables” que en otra cosa.
En el PSOE hay izquierda pero su reacción al toque recibido
ha sido seguir aceptando que la casta siga dictando el inmovilismo
administrativo para volver a trincar de los dineros públicos en cuanto los
electores se descuiden. Lo de Izquierda Plural, antes Izquierda Unida, y más
antes el Partido Comunista con sus compañeros de viaje, parece que ha sido más
serio y si no se marean mucho pueden volver a darnos esperanza de que haya un
cierto cambio en el porvenir con nuevas caras. No hay más izquierdas votables –Bildu
es un movimiento nacional de ámbito
geográfico reducido-, salvo Podemos, por tanto habrá que reflexionar sobre los
medios personales en que se encarna su izquierdismo teórico.
No me gustan los profesores universitarios aunque no sean
Floriano y compañía –el PP está lleno y rodeado de catedráticos, profesores
titulares, doctores, rectores etcª-, como no me gustan los Abogados del Estado
y otros funcionarios de más o menos oposición y prestigio que pasan de mamar de
las arcas del presupuesto a mamar de las arcas del presupuesto pero con el
disfraz de políticos. La Universidad Pública que conozco –la Privada que
conozco apenas da para un interlineado en este texto-, es un obeso aparato
burocrático en el que las relaciones humanas de sus habitantes son como las de
Wichita –u otro pueblo del Far West en las novelas baratas o en el cine-, en el
que el pistolero más rápido con su banda de secuaces es el ue gana hasta que
surge otro más rápido o más traicionero que se lo carga etc. –las mujeres ahora
ya no son sólo chicas de la taberna sino que también encabezan estas peleas
fratricidas-.
Además que estos universitarios son profesores en materias
cuya necesidad en la Universidad es opinable –con lo que adelanto mi opinión al
respecto-, pero que han empleado su experiencia en las guerras universitarias
para reproducir un departamento universitario en la constitución de Podemos
como partido. Y esta forma de gobernar
es la que aplicarán sin duda en cuanto toquen poder, que lo tocarán.
En resumen que la casta universitaria es tan aburrida,
peligrosa y burocrática –caso Errejón por ejemplo-, como la casta política o
sea que, visto lo visto, habrá que estudiar más de aquí a las elecciones de
verdad.
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