Image via Wikipedia |
En lo referente a su
idea de Euskal Herria, se tiene una concepción fuertemente dogmática sobre
Euskal Herria como una entidad metafísica superior a todos los individuos y
grupos de individuos que la habitan. Se puede decir que concibe Euskal Herria
como una unidad de destino en lo universal, como cumplidora de misiones en la
historia de las naciones, que debe recuperar su grandeza y su influencia en el
mundo, recuperando su carácter imperial del mayor rey navarro, desde su
situación actual de nación sin estado. Así, la unidad de Euskal Herria es algo
incontestable, incuestionable, indiscutible e irrevocable, es decir, algo
sagrado. Nadie tiene derecho a decidir sobre este tema, pues Euskal Herria no
es propiedad de los vascos actuales, sino una herencia no apropiada que hay que
realizar a toda costa en donde fracasaron nuestros míticos abuelos. Y
conjugando con esta clara actitud totalitaria, autoritaria e impositiva, se
busca la unificación de todos los vascos, la cohesión nacional y social con un
solo idioma y una sola bandera, así que se combate el “independentismo”
regional de Araba y Nafarroa, aunque a ésta se le reconoce que tenga una
identidad diferenciada igual que la tienen otras regiones de Euskal Herria,
sobre todo las de Iparralde.
Cambiando Euskal Herria por España, Alemania, Italia,
URRSS, Serbia... y cuatro cosas más de este resumen anterior se puede aplicar
esta ideología política a cualquier otra forma conocida de nacionalismo del
pasado siglo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario