La manifestación de mañana en Francia marchará de la Place
de la Republique a la Place de la Nation, me parece más lógico marchar de la
Nación a la República si de verdad se quiere hacer un símbolo público de los
valores nacionales que se proclaman compartidos por los ciudadanos de la
República. Los chiringuitos nacionales, incluyendo el francés, han servido de
excusa tanto o más que los chiringuitos de las religiones, incluyendo el
catolicismo, para que los sociópatas de todos los niveles hayan justificado sus
ataques a los derechos de las personas, empezando por el primordial, el derecho
a la vida.
Rio Bidasoa a su paso por Irun (Gipuzkoa) (Photo credit: Wikipedia) |
Supongo que participaré en la marcha francesa que tengo más
cerca, la de Baiona, sin embargo, caminaré
con el escepticismo lógico de ser consciente que nuestros hermanos vascos del norte
de la muga no han salido nunca en solidaridad con los hermanos vascos
asesinados, tiroteados, torturados, perseguidos… por nuestros propios talibanes
nacionalistas 50 kilómetros más al sur por el mero hecho de ejercer su derecho
a pensar y a decir o escribir lo que pensaban. Por el contrario nuestros
hermanos vascos han salido con una frivolidad pasmosa a la llamada de los fratricidas
hubiera o no motivo para ello –concedo el
beneficio de la duda en este punto-.
Hoy percibo más allá
del Bidasoa ese sentimiento francés que sale a relucir en cuanto frotas un poco
la ikurriña folklórica que decora el cursi paisaje de Iparralde. No encuentro
la chilaba ni el turbante para marchar tranquilamente en medio de la multitud
como me pide el sentido del humor –por así llamarlo-, o sea que a lo mejor me
pongo el traje de jebo de Santo Tomás con abarkas y todo para marchar en mi
fuero interno de la Nación a la República.
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