En el pequeño reservado del Café Iruña, acabada la comida, Manu Majors se ha quedado solo mientras los demás comensales han salido a fumar en el exterior, además de ejercer de vigilante de los bolsos de ellas, los portafolios y algún impermeable, el abogado bilbaino degusta un whisky Macallan de 15 años en silencio mientras hace un sudoku en su smartphone.
- Me han dicho tus compañeras que te podría encontrar aquí dentro – le saluda llegando un magistrado de la Audiencia Provincial, Jesús Belmonte-Priego -, y tenía ganas de cogerte para preguntarte algo que me da vueltas en la cabeza hace días.
- Jesusito de mi vida, eres niño como yo, por eso te quiero tanto y te doy mi corazón – Majors apaga el teléfono y se lo guarda en el bolsillo de la chaqueta azul marino - ¿Qué zozobra te inquieta para venirme con tus cuitas?
- ¿Por qué Zumadoya Gastiáin te tiene un odio africano?
- Lo mejor sería que, entre magistrados, se lo preguntases a ella directamente. No eres el primero de los que se sientan en el pupitre del centro de estrados que me lo pregunta, incluso alguno de los miembros de la fiscalía también me ha comentado de ese odio de reina de Cartago hacia mi plebeya persona que la señora Gastiáin profesa, quizá yo debiera decir, sin falsa modestia, hacia mi patricia persona pero supongo que queda mal en un antiguo profesor de Derecho Romano.
- ¡Déjate de tonterías! Tú tienes que tener alguna explicación, porque cada vez que sale tu nombre en un asunto es como si ella hubiera sentado sus posaderas sobre una botella rota, es que salta.
- Más de 30 años que lleva en ese ejercicio conmigo. Una Letrada de la Administración de Justicia me dio fe de que tiene un muñeco de Ken de Mattei, vestido de traje azul y con corbata del Athlétic en el que clava alfileres las noches de luna nueva a la única luz de un cirio negro.
- ¿Por qué?
- Tú piensa que el sol y la lluvia son igual para las plantas buenas y malas, que ni el sol ni la lluvia las distinguen, sin embargo, las plantas buenas dan buenos frutos y las plantas malas dan malos frutos… no voy a especular con posibles respuestas pero lo de odio africano me ha recordado a Elisa de Tiro fundadora de Cartago que fue destruida por Scipión… creo que no fue Scipión el Africano quien dijo que la talla de un hombre se mide por la calidad de sus enemigos pero casi es preferible el odio de la Presidente del Supremo que el de la Sala en que has de entrar un día sí y otro no ¿Tú qué crees?
- Creo que no debes hacer trampas en el sudoku, que te engañas a ti mismo, es como mirar las soluciones en los crucigramas...
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