Cada vez que mencionaba a Mariano Rajoy en mis comentarios
en Facebook se me sugería por Facebook “Mariano Rajoy Brey” en entero con
referencia a su página y yo lo aceptaba, suponiendo que el gestor de su página
se enteraría que yo hablaba de lo perjudicial que me parece, como a otros, esa
maldición de los dioses que nos ha tocado como presidente de gobierno gracias a
los resultados electorales de los que todos somos responsables.
Por lo visto mi conducta es “trolling”, o sea que soy un “troll”,
aquel gnomo feo y mocoso que era discriminado por los gnomos arios de nuestra
infancia, para ese cretino de servidor del representante actual del régimen
franquista que el tal Mariano Rajoy Brey es. Y así que el gestor me ha
bloqueado con lo cual ahora puedo escribir todo lo que se me ocurra sobre ese
cabecilla del crimen organizado, el hermano tonto de D. Vitto Corleone, que
ocupa provisionalmente el aborto arquitectónico monclovita, sin que le moleste.
Yo no esperaba que Mariano Rajoy Brey me invitase a tomar el
té con pastas un día de éstos, para eso hay que tener un mínimo de inteligencia
humana –calidad que entre las oposiciones al Registro y la represión de su
sexualidad se le ha extinguido-, pero al menos que llevase una especie de
contabilidad de las veces que la gente habla mal de él y así tener una visión más
completa del escenario en que actúa.
Inútil, Mariano Rajoy Brey, inútil, no sirves ni para tener
una cuenta en Facebook: dimite.
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