Recupero un texto de hace 15 años:
A Moment Like This (Photo credit: Wikipedia) |
El macho solitario, que apenas
recuerda que fue un león, compelido por sus hormonas –los órganos que no se
usan se atrofian y se caen-, busca pareja, segunda pareja en su historia o
enésima oportunidad que se da. Puede que la busque en esos bares donde se
juntan a abrevar todo tipo de especies nocturnas de la ciudad, puede que la
busque sin buscar incluso o puede que sus amigos y buenas amigas le vayan
presentando el variopinto catálogo de solitarias y náufragas que parecen estar
en su misma situación o puede que casualmente en el trabajo o en el viaje anual
de su especie entre en el territorio de la leona herida.
La leona herida es una hembra
atractiva que reina feroz en su territorio bien marcado. Ha decorado su corazón
con trofeos que le recuerdan –y es inevitable-, a quien fue su compañero
durante más tiempo que le dejó casi siempre una pequeña camada de cachorros
como único vínculo a su pasado. Sabe que los machos solitarios en pos de la
segunda oportunidad darán vueltas en círculo a su alrededor incansables y
parece disfrutar con ello, a veces enseñándoles un tenue destello de las
dulzuras que aún, si quisiera, podría compartir con ellos, a veces enseñándoles
sus colmillos y garras para alejarlos al borde más lejano de su territorio.
El macho solitario sabe quién manda
e ingenuo, anhelando que la leona herida olvide sus cicatrices, sigue ese juego mientras observa las
maniobras de los otros machos solitarios, a veces oyendo los maullidos del expulsado
padre de la prole que éste sí, ignorando su definitiva derrota, estúpido
intenta una y otra vez reclamar el cetro perdido.
La leona herida es un bello animal
admirable que ella sola es la dueña de sí misma, de sus recuerdos y de sus
heridas. Afortunado del macho solitario al que durante un tiempo, demasiado
breve siempre, le tolera unos lametones sobre las cicatrices. Cuando vuelva a
sus solitarios paseos no podrá evitarlo y
las llevará sobre sí reproducidas de forma indeleble y se habrá convertido
en menos león aunque sea más solitario.
Donostia, 6 de abril de 2000.
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