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Ahora que tienes tiempo, podrías echar una mano.
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¿Cuánto me pagaréis por esa mano?
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Nada, hombre, nada. Es voluntario.
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Hobbies ya tengo, lo que necesito es dinero,
dinero para redondear mis ingresos cada mes. Ahora que tengo tiempo o lo empleo
en mi que ya me lo merezco o voy a venderlo para subsistir.
Las dos personas de la mesa de al
lado, terraza del Via Fora, vestidos con esa elegancia donostiarra que apenas
se nota compartían el solecillo y unas consumiciones un tranquilo día de éstos,
más o menos postelectoral.
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El tiempo lo que no tiene es vuelta atrás, decía
mi madre. Cuatro años perdidos o retrocedidos ¿Te das cuenta? La de cosas que
tendremos que hacer.
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No es por ser listillo pero algunos ya lo
decíamos que no se podía ponerle alfombra roja a la siniestra neardenthale, a
los cerriles carlistas, a la víbora autóctona aunque parezca dormida… pero
nada, otra vez a hacer la de la cashera bondadosa con ellos y ahora a pedirnos
que os echemos una mano ¿Para qué? ¿Para buscarles de nuevo empleo a todos los
comisarios políticos cesantes?
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¿Sabes que a veces me tocas las narices? Hace
cuatro años se creyó que había que darles una pista de aterrizaje para que se
reinsertaran y que se podría construir país con ellos pero los únicos que
tenemos el equilibrio mental y emocional para hacerlo somos nosotros, está
demostrado.
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¡Menos lobos Caperu! Que aún tiene muchos votos,
que para ellos y los suyos no han perdido el tiempo, lo han invertido y les ha
gustado mucho pisar la alfombra roja del Festival de Cine ¿Te creías que a las
andereños no les iba ponerse el glamur aunque no fuera de su talla?
Y así siguieron un rato, un buen
rato, las “andereños” caminaban hacia el paro junto al río con el esforzado
paso de la marcha nórdica, pero ellos dos ya se habían ido.
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