New York Stock Exchange on Wall Street in New York, New York, United States. Español: Bolsa de Nueva York en Wall Street en Nueva York, Nueva York, en los Estados Unidos. (Photo credit: Wikipedia) |
Los daños colaterales son personas. En el Medio Oriente los
drones, los misiles, las tropas pagadas en dólares, libras y euros están
machacando vidas inocentes con la excusa de liberar a esas personas del
terrorismo religiosopolítico. Todo ello una minoría de bocazas lo llevamos
diciendo desde la noche de los tiempos, además sabiendo que ese terrorismo no
solo quiere el poder sobre lejanos territorios para que sus líderes pasen a disfrutar
de las riquezas que las oligarquías financieras siguen “colonizando” sino también
para imponer regímenes repugnantes e inhumanos que les perpetúen en el tiempo.
Allí se juega una partida de ajedrez entre grandes bastardos en que las fichas
son vidas.
Explicando los atentados en Paris, en Madrid, Nueva York o
Londres por el terrorismo de nuestros estados en el Medio Oriente se está
cometiendo un error, creo. Los estrategas militares del terrorismo
religiosopolítico deciden atacar buscando como daños principales a personas
tanto en Paris como en Beirut o en Bagdad por sus propios objetivos, buscando por
un lado que los estados occidentales, laicos de origen judeocristiano,
impulsados por los votos –imposibles en los territorios que controlan-, les
dejen solos en su guerra de conquista para consolidar sus avances y, por el otro
lado, que las sociedades civiles de los estados que no controlan dejen de
existir o se rindan a esos avances.
Soy pesimista, me repito una vez más, no solo porque vivimos
en Al Ándalus, que para los portavoces de ese ejército llega hasta Poitiers por
el Norte, y, por tanto, somos conquistables justificadamente desde el punto de
vista “falso” de su ideología, sino que porque los estrategas de nuestros
estados carecen de planes alternativos a esa inútil superioridad en tecnología
de muerte y han abandonado todo intento de “alianza de civilizaciones”, todo
esfuerzo de seducir por las virtudes de la sociedad occidental –que las tiene-
a esos pueblos, de dejar de apoyar los intereses coloniales de los financieros
en esos países.
LA VENGANZA REPARADORA
ResponderEliminarEl pensamiento romo de quienes ven en los atentados en occidente una especie de justicia reparadora de los ataques militares que los gobiernos occidentales realizan y patrocinan en el Medio Oriente ha tardado escasas horas en surgir. Ya se está difundiendo en las redes sociales.
En Beirut, Paris, Nairobi, New York, Bagdad... no se busca justicia compensatoria -ojo por ojo-, en esas víctimas inocentes que son el objetivo único de los ataques de ese ejército, se buscan objetivos estratégicos: la rendición de las sociedades civiles principalmente.