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lunes, 20 de junio de 2016

MI VOTO

¿Qué votar para gobernar España? Cleptomanías aparte ¿A quién votar? Supongo que no interesa a nadie, pero me apetece explicar por qué he votado a Unidos Podemos -llevo muchas elecciones votando por correo sistemáticamente y decidiendo el voto desde el mismo momento de la convocatoria-.
Empecemos por el PP que gobernaba ya cuando nací en 1949, se llamaba de otra forma FET Y DE LAS JONS pero era lo que estaba en el poder sostenido por el aparato de represión más terrible que ha conocido Europa desde la IIª Guerra Mundial, su evolución le llevó a incorporar al OPUS Dei al poder, tras la muerte del encargado general, entre los comunistas del interior y la oligarquía financiera también del interior pero con intereses importantes en el exterior se logró sacarles la muela de la democracia parlamentaria que tenemos como la tenemos, aunque hubo que sacársela por el culo. Nunca defendieron la independencia del pueblo de España frente a la dictadura de Bruselas. Y aunque pusieron demasiados mártires en los años de persecución, para manipularlos sin escrúpulo después, no me parece que se les pueda votar.
Lo de Ciudadanos es una buena idea de marketing que se la debemos a la cerrilidad del separatismo catalán que ha logrado crear este bodrio, esta mezcolanza de demasiado inútiles para medrar en el PP y de listillos de barrio sin otra ideología que la del PP sociológico. Tampoco se les puede votar.
Un par de veces el PSOE ha tocado poder en Madrid y, desde el primer momento, traicionó a la tribu de sus votantes y pactó con el Gran Padre Blanco de Washington y, sobre todo, de Wall Street a través de sus lacayos mamporreros de Bruselas a los que se ha rendido siempre sin luchar, sin embargo, ha conseguido avanzar de derrota en derrota hasta la quiebra actual. Votarles es como votar a Lagarde sin pendientes y a Juncker con corbata de baratillo. Paso de votarles.
Ante todo, confirmo todas mis críticas a Izquierda Unida y a Podemos, no cambio una sola coma, me ratifico plenamente en mi desconfianza hacia los dirigentes de esas formaciones, supervivientes del esperado naufragio comunista y conspiparanoicos profesores universitarios, y me ratifico en mi escepticismo respecto a su programa. Votarles es, sin embargo, tocarles los cojones a los poderosos, aunque será tan inútil como en Grecia, y por eso le he votado. Es un voto de cabreo por no votar en blanco o por abstenerme.
Podría haber votado al monstruo de dos cabezas con dos boinas, a los turbios bandidos locales que confunden lo privado con lo público en nombre del padre patrio y que quieren hacer un batzoki con Euskadi. Pero el PNV es la mentira sistemática al servicio del txiringuito de unos espabilados de Bilbao y, en cuanto uno se descuida, acoge a la víbora en su seno. Así que no en mi nombre.
La víbora está conservando la piel EH BILDU desde hace tiempo, a nivel local han tocado poder y han demostrado que dieron con provecho clases nocturnas en el batzoki, así que esta familia mafiosa de resabio falangista, pero con patria difusa, opuesta al futuro y reencarnación del carlismo tradicionalista apostólico más descerebrado, seguirá sin recibir mi voto.

 Hay animalistas, ecologistas y varios que pueden ser divertidos en un guateque, pero votarles es menos gratificante a nivel de titulares del lunes postelectoral que votar a los chavistas leninistas a los que les he vendido mi voto, que no mi alma.

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