Audiencia Nacional de España. (Photo credit: Wikipedia) |
En la noticia del granadino enviado a la cárcel por estar
condenado a 6 años de cárcel por una estafa ridícula desde el principio había cosas que chirriaban: el
importe de la supuesta estafa, que fuera la sentencia de la Audiencia Nacional,
que el ponente de la sentencia del Tribunal Supremo confirmándola fuera Joaquín
Giménez…
Leyendo las dos sentencias queda claro que la condena es por
la comisión de delitos en cadena mediante la clonación de varias tarjetas
bancarias dentro de una banda organizada y que el tiempo transcurrido entre la
comisión de los delitos y la ejecución de la pena -que lo ha empleado en
reinsertarse-, ha sido largo por los recursos interpuestos por su defensa.
En conclusión: la pena es proporcionada a los hechos, el
condenado ha jugado con los tiempos para alargar su entrada en prisión lo que
es muy humano y ahora se encuentra con un marrón que, siendo mayor de edad, él
inició. Y el resto es… márketing.
La Justicia no existe pero en este caso, discrepo del sentir
general, lo que le está pasando a este ciudadano se parece bastante a la
Justicia.
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