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viernes, 6 de octubre de 2017

INFRINGIR LA LEY PUEDE O NO TRAER EL PROGRESO

- Yo, que he sido delincuente tantas veces como he tenido que serlo, estoy harto de oir esas mamonadas progresistas -dice Jon Galtzagorri en la academia de jurisprudencia del aperitivo del mediodía-, “que si las sufragistas no hubieran infringido la ley ahora no habría voto femenino”, “que si aquella mujer no hubiera delinquido sentándose donde los blancos, la segregación racial seguiría existiendo”, “que si las huelgas ilegales trajeron la jornada de 8 horas”…
- Es cierto -le dice el joven jurista interpelado de pelo azulado en el reflejo de la iluminación de la cafetería-, que la voluntad del pueblo no puede ser sujetada por las leyes y que la rebelíon y la desobediencia son legítimas frente a leyes injustas.
- ¿Sanjurjo, Mola y Franco infringieron la ley con legitimidad según tú? ¿Las masas que linchaban a gritos a las familias de los asesinados de ETA estaban ampliando el derecho a la libertad de expresión? ¿Los saqueadores en muchedumbre después de las catástrofes hacen justicia social?
- Estás meando fuera del tiesto.
- Llevo muchos años meando en el lavabo como todos estos saben. La infracción de la ley adoptada por procedimientos legales es una infracción de la ley, el derecho lo hace la sociedad, al final, la ley la hacen los vencedores, así que los ejemplos que, a posterior, justifican una infracción sirven para una cosa y para otra. Para mí, infringir el ordenamiento constitucional, que es una mierda pero es la mierda que pudimos alcanzar a la salida de un túnel donde la guardia civil usaba “naranjeros” y no porras, infringir ese puto ordenamiento es, ante todo, una infracción y los que lo infringen sean cuatro o cuatro millones son responsables de todo lo malo que se pueda derivar de esa infracción.
- Pero es que se va a construir un nuevo ordenamiento democrático, más democrático.
- No hay indicio alguno que la arcadia prometida sea mínimamente democrática, parece más bien de un corporativismo carlista retrógrado y superado sino racista, pero si de ahí sale, mediante la ruptura del marco legal democráticamente elaborado, algo positivo, nuestros herederos lo juzgarán, quizá tú lo veas, yo no…
- La Historia nos juzgará.
- A mí me importa más el juicio de mi mujer, el de la historia es una estafa de un par de sinvergüenzas.

Los demás callábamos, mientras Pepe nos iba poniendo rondas y rondas y rondas...


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