Santiago de España (Photo credit: Lawrence OP) |
Naiara se encontraba en la cocina del piso de sus padres
preparándose un bocadillo. Era época de exámenes y la joven, en primer curso de
su carrera universitaria, se encontraba sola en el hogar familiar. La ventana
entreabierta de la cocina daba un patio abierto a una calle sin tráfico, la
casa se encontraba sita en una urbanización de un pueblo costero de la costa
vasca, a pesar de ser verano apenas había ruidos en el exterior. Por eso la
deflagración le sorprendió todavía más. Rápidamente las llamas prendieron en
las cortinas de plástico y un olor a gasolina y brea ardiendo le llenó los
pulmones. Reaccionó en su estupor y agarró un cazo que llenó de agua y empezó a
arrojar hacia el incendio que, falto de consumibles, se había reducido a unas
brasas de plástico al pie del alfeizar. Después de apagarlo salió al portal,
apenas tuvo que bajar un tramo de escaleras para alcanzar el exterior, donde
una vecina observaba unos papeles arrojados en el jardín. Naiara lloraba y
tosía, expulsando la intoxicación. La vecina le pasó con un gesto adusto uno de
los pasquines. Una mala foto de su padre, enmarcada por frases injuriosas “Paga
lo que debes, estafador” “No perdonaremos a estos señoritos abertzales”
“Txorizo enriquecido por los enchufes” era su contenido.
Su padre puso la correspondiente denuncia, después de
explicarle a su hija que un individuo al que no conocía de nada, llevaba un
tiempo pidiéndole importantes cantidades de dinero bajo amenazas. La denuncia
fue archivada más temprano que tarde. La vecina sigue mirando a la familia con
gesto adusto. Naiara aprobó sus exámenes que es lo importante. Las coacciones
continuaron demasiado tiempo.
http://antxonmasse.blogspot.com.es/2013/12/piden-mas-de-siete-anos-de-prision-para.html
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