ACCIDENTES
LABORALES MORTALES: TOREROS MUERTOS
En
España se producen prácticamente 2 muertos al día en accidente
laboral (Ministerio de Empleo y Seguridad Social, 629 muertos en 2015
por causa del trabajo), no creo que nadie festeje esos muertos,
aunque entre ellos se encuentre ese joven de 29 años que murió
corneado por el toro al que él intentaba lidiar y matar. Las
reacciones de quienes no entienden que sigan existiendo las corridas
de toros y que han publicado comentarios sobre este hecho absurdo han
movido a pedir la intervención del Ministerio Fiscal para
perseguirlos como delincuentes -se habla de delitos de amenazas y de
delitos de incitación al odio-. Y lo esperpéntico es que la Fiscal
General, que no ha hecho nada para meter en la cárcel a los
financieros que han arrasado los ahorros de millones de ciudadanos
estos últimos años, por poner un ejemplo de su clamorosa pasividad,
se ha visto obligada a saltar al ruedo para reírse del Derecho y
proclamar que va a estudiar si existe delito en esos twits -algunos
de muy mal gusto-.
Supongo
que la Fiscal General es consciente de que ni el más desquiciado de
esos mensajes puede
provocar
“a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o
asociaciones, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a
la ideología, religión o creencias, situación familiar, la
pertenencia de sus miembros a una etnia o raza, su origen nacional,
su sexo, orientación sexual, enfermedad o minusvalía”, ya
que no hay forma de introducir a los taurinos ni con calzador en
alguna de esas categorías pero…
este
país es así. Y lo del delito de amenazas, requiere que el
pronostique un mal al otro, le pueda causar algún daño, así que
las expresiones amenazantes recogidas en los medios constituyen
fundamentalmente un deseo de que los toros puedan defenderse de
verdad de quienes los lidian y, acaban haciéndoles agonizar
dolorosamente hasta la muerte. Así que la Fiscal General podría
dedicarse a otros temas y dejar que antitaurinos y taurinos se
dediquen a darse voces que es muy español y todos ellos son mucho
españoles.
Me
han gustado los toros en el pasado, lo bastante para ser ahora cada
momento un poco más crítico con toda esa “industria del toro de
lidia”. Posiblemente lo más bonito de esa industria ganadera sea
precisamente la cría y el desarrollo de ese bóvido que el hombre ha
creado para divertirse con él y que, por tanto, desaparecerá cuando
deje de haber espectáculos en que se emplee al animal, cuando deje
de haber quien compre toros. No hay afición en el mundo del toro, al
menos como elemento esencial, en el mundo del toro hay negocio, lo de
la afición es el adorno, es quien paga a veces su entrada y quien
hace que las instituciones paguen el déficit que se produce en cada
corrida o en cada feria.
Los
toros no son personas, no
pueden ser torturados o asesinados como personas, pero sí se les
tortura y mata como animales y eso ningún pasodoble lo puede tapar
ni la estética de la adrenalina con sangre lo puede excusar. Cada
vez hay menos ciudadanos a los que les compensa que esa matanza
espeluznante de cada año produzca un par de faenas para la historia
-¿Alguien más se acuerda de ellas?- y, con el tiempo, nos
dejaremos de avergonzar de que se haya seguido produciendo tanto
tiempo porque se habrá extinguido.
Mientas,
dejemos que la faena que hizo el toro por una vez a ese chaval y a su
familia pase a la historia y ojalá sea éste el último torero
muerto.
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