Ese dios hermético de los negocios a costa de las personas
ha tiempo que tiene secuestrada a Europa, mucho antes que el propio Zeus se
convirtiera en toro para aprovechar las tendencias zoófilas de la ninfa, mucho
antes que las personas creyeran que las instituciones estaban ahí para cuidar
de ellas. Los dioses de la finanzas, delincuentes en libertad sin fianza o con
fianza ridícula para su poder, convierten cualquier Olimpo en una casaputas y
se mueven por las tramoyas que han construido jugando con sangre, sudor y
lágrimas de los mortales para convertir en ambrosía esos fluidos, jugando a ver
quién es el dios de la máquina que solucione la tragedia griega que ellos
mismos han creado.
Y el gobierno español, tan taurino él, jalea la faena hasta
quedarse afónico y echando humo con sus palmas, al fin y al cabo hace tiempo
que puso los cuernos a la ciudadanía que le eligió y nada le importa mandarle
al desolladero sin orejas ni rabo, porque se ha construido un palco
presidencial de petulancia y gilipollez, donde la endogamia incestuosa de
banqueras hijas de bandido con ministros de la corrupción y del fiemo produce
miseria para muchos y riqueza para unos pocos.
Europa secuestrada, España en coma con electroencefalograma
casi plano, nos van a tener que organizar un mundial amañado de ésos para que
nos resignemos a seguir siendo masturbados por la ordeñadora eléctrica hasta
que quedemos yertos, o quizá una guerra de Troya para ajustar la demanda a la
oferta.
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