Formación del Athletic Club con la Copa del Rey de 1903. (Photo credit: Wikipedia) |
Si por
azares de la vida me hubieran regalado el viaje y la entrada, yo hubiera ido al
estadio a ver la final de la Copa del Rey de España entre el Athlétic de Bilbao y el Barça, pero no creo que yo hubiera silbado el himno, aunque no me gusta ese himno
ni esa bandera y menos esa Jefatura de Estado, mientras sean símbolos e
instituciones de una aspiración a una sociedad más justa en España que por eso
están en la Constitución vigente desde 1978, no los silbaré. Si la ciudadanía
obtiene una nueva Constitución en ese camino utópico hacia el bien público y en
esa Constitución hay nuevos símbolos y nueva Jefatura de Estado, los aceptaré.
Pero
respeto a todos los españoles que han dejado de sentirse españoles o a todos
los españoles que los silban por las razones o sinrazones que les hagan
silbarlos y todos esos bocazas que se indignan también merecen que se respeten
en sus expresiones desabridas.
Lo que
no me parece respetable es que los líderes de esta sociedad no intenten
trabajar en solucionar los problemas que se evidencian y que es posible que
dentro de un año vuelvan a provocar este espectáculo que tanto desagrada a
algunos. Claro que miro el panorama y no veo líderes, está el Troll de la
Moncloa y su txaranga gobernante, el bicameral parlamento de culiparlantes, los
togados apestosos que no conocen la Ley ni el Derecho, los partidos institucionales jugando al juego de las sillas
con las poltronas, los oligarcas financieros especulando con la moral y la
ética… ¿Hay algún líder? ¿O “lideresa”?
La foto
del palco presidencial, sin ninguna mujer entre los poderosos mandatarios de
los ciudadanos, era el electroencefalograma plano de España. Esa foto muda era
lo verdaderamente bochornoso de aquella noche.
¿Qué habrán pensado Chistine y Ángela de esos “chicos”?
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