1963 Spanish peseta coin with the image of Franco saying: Francisco Franco, Leader of Spain, by the grace of God (Photo credit: Wikipedia) |
A veces echo de
menos aquellos libros de Formación del Espíritu Nacional (FEN) con
los que Alvarez Emparanza, el hermano trabajador de Txillardegi, y
otros profesores nos intentaban forjar en la adhesión al ideario del
régimen franquista. En uno de ellos se desarrollaba una teoría
sobre el caudillaje que ahora, al recordarla, me parece de otra
galaxia pero que venía a justificar que el Caudillo al frente del
Estado Español por la gracia de Dios era quien había elegido a su
pueblo porque, como Alejandro Magno y otros caudillos anteriores, sus
éxitos militares en defensa de la Patria a la que había decidido
servir le habían puesto necesariamente en ese momento y en ese lugar
para conducir a la Nación a su puesto en la Historia. Yo me leía
hasta los folletos de la Aspirina, así que aquellos libros bien
editados y que permanecían inmaculados todos los cursos -la
asignatura era una formalidad más del plan educativo
correspondiente-, me los tragaba, lo confieso. En mi adolescencia un
jesuita, que luego se salió del convento detrás de un embarazo no
deseado, me llevó a otras lecturas formativas y en mi empanada
mental me convencí de que era un leninista liberal, definición que
sigo usando medio siglo más tarde.
Pablo Iglesias es un
Caudillo de tiempos de tele e Internet, ya no se lee, ya no se forman
los espíritus, y hay muchas dudas sobre si educa con esos planes que
se lanzan como freesbys en un parque para que los coja el niño o el
perro del novio. Lo confirmé cuando dio el poder a los soviets en su
partido, proyecto universitario de un seminario cainita, para seguir
inevitablemente a su frente. Y él lo sigue confirmando en sus
montajes continuos para generar imágenes que lo hagan cada vez más
caudillo de este pueblo. Este pueblo no es la izquierda, no son los
izquierdistas de siempre con sus emociones anticapitalistas más
primitivas, es el pueblo agredido por la oligarquía financiera, por
la burocracia europea, por la corrupta banca, por los políticos de
la alternancia en la poltrona… el pueblo al que se le ha negado
toda otra esperanza y que es capaz de votarle aun al Troll de la
Moncloa por miedo a que venga alguien peor y al Niño Bonito de
Ferraz porque es el niño bonito de Ferraz y no hay otro pero que
cada vez más vota al Caudillo hasta que los votos puedan dejar de
ser necesarios.
- ¿Hay alguien más
ahí? - preguntaba el que estaba sujeto a una ramita sobre un
precipicio enorme, después de que una voz que se identificaba como
Dios le animase a soltarse y dejarse recoger por sus ángeles-.
Pues eso: ¿Hay
alguien más ahí?
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