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viernes, 31 de diciembre de 2010

EMPEZAMOS A BEBER CHACOLI Y TUVIMOS RESACA DE TXAKOLI

Olentzero, Basque Christmas character, Hendaia...
Olentzero, Basque Christmas character, Hendaia, Labourd (Photo credit: Wikipedia)
“Vino ligero y algo agrio que se hace en las Provincias Vascongadas y en Santander” leo en el María Moliner de mi despacho. Creo que algo similar dice el Espasa-Calpe de mi infancia pero no me apetece subirme a una silla para comprobarlo. No se menciona para nada el chacolí de Burgos pero yo guardo en mi memoria algún recuerdo adolescente de un mal vino de verano, color orines de Babieca, presentado como tal. Alguna mención al chacolí de Chile ya existía por enciclopedias y diccionarios.

Con Franco nadie bebía chacolí, me refiero a nadie de los pijos degustadores que vivían del cuento gastronómico –que ya los había-. Y muchos de los demás lo bebíamos por folklore o cuando no había otro vino a boca, sin olvidarnos del chacolí champán Illarramendi de Usúrbil para las fiestas navideñas de antes de que el Olentzero abandonara la carbonería por la ikastola.

Alguien lo vistió de etiqueta a la llegada de la democracia y la burguesía elevó sus precios hasta convertir las colinas de Getaria y alrededores o del Urdaibai y otros puntos en húmedas reproducciones de paisajes vinícolas riojanos.

La ciencia enológica contribuyó a la calidad del producto aunque lo que no produce la uva autóctona se trae de fuera y la trampa se ríe mientras la haga “uno de los nuestros” pero es una ofensa cuando la hace un vecino.

Fuegos artificiales de polémicas entre negociantes y sus valedores en las administraciones con fines crematísticos, una nueva campaña de marketing en tiempos de crisis o un episodio propio de la idiosincrasia vasca -siempre en “lío revuelto, ganancia de pecadores”-, traen a primera página este vino de tercera.
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jueves, 2 de diciembre de 2010

ME SOBRAN LOS MICHELINES

Nunc est bibendum (now is the time to drink), ...
Nunc est bibendum (now is the time to drink), 1898 poster of the Michelin. (Photo credit: Wikipedia)
Carlos Pastoriza Nieto, 01 de diciembre de 2010 a las 16:12
Sr. Director:

Donostia ha acogido el show mediático del reparto de estrellas de la guía roja Michelin sin que nadie se haya puesto rojo de vergüenza. La literatura de los menús, el decorado de las casas de comida, el servicio profesional, el impacto visual de los platos y la ausencia de comida una vez más han sido premiados en este evento del marketing culinario que cada vez tiene menos que ver con los gustos del público general. Se pretende atraer al sofisticado turista goloso que pasa por los estrellados famosos coleccionando souvenirs en su Visa Oro para envidia de cortesanos y vocales de consejo de administración.

Casualmente, apenas un día antes del mencionado acto en nuestra ciudad, tuve yo el extraño privilegio de acudir a Larrabezu al caserío-hangar y restaurante de uno de los nuevos venidos al escalafón de los indiscutibles protagonistas de nuestra cultura del sabor. Pude degustar un poco de duro bloque congelado de hígado de ave acompañado de tostadicas de pan de herboristería , vislumbrar unas finas rodajas de tentáculo de pulpo sobre un mínimo bodegón de hierbas, un par de quisquillas quizá flotando en una copita Martini de crema de calabaza, algo de crudo pescado (lubina) comparable en textura al panga de un comedor escolar, una ridícula expresión de carne y los postres que sirvieron para disimular un poco la enorme sensación de estafa del desfile de platillos con tanto bombo anterior, en el que la proteína la puso un centollo tejedor de redes que cayó desde el techo a nuestra mesa. Como el vino no lo pueden manipular en sus fogones simplemente nos lo aliñaron con una espuma de euros que dejó su precio a tarifa de ronda de despedida de solteros. En realidad yo fui invitado, pero me gustaría saber el disgusto de quien pago (más de cien comensales).

En este pequeño país nos conocemos todos. Entre los que han alcanzado el reconocimiento de la inevitable guía los hay buenos, pero la relación calidad precio es una gran mentira en parte y en prácticamente todos la relación cantidad precio no existe... Más vale que vuelvan a la realidad y que regresen al marketing de cuidar al cliente, al cliente que les frecuenta y que acompaña al visitante muchas veces porque al final la verdad se impone.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

ITURRI

Fuentes de ésas, que se dicen generalmente bien informadas, afirman rotundamente que estamos en el comienzo del principio del inicio del prólogo de la salida del introito del arranque de la partida del origen del primer paso del proceso del camino del fin de ETA, pero que no se puede asegurar, así que prometen seguir informando.