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miércoles, 27 de abril de 2016

GIPUZKOA PAPERS

English: Coat of arms of the Gipuzkoa Español:...
English: Coat of arms of the Gipuzkoa Español: Escudo de la Guipúzcoa Euskara: Gipuzkoako armarria (Photo credit: Wikipedia)
-          Ni el “diario txuriurdiñ” ni el “noticias del batzoki” traen nada sobre los “Gipuzkoa Papers” tampoco hoy -comenta Rufino desde su mesa diaria, mientras sorbe el “con leche”, hacia el tabernero que limpia lo limpio una vez más-, y lo que no está entre las esquelas y la Real Sociedad no existe.
-        -  Tampoco hay una demanda social de ese tipo de informaciones, si la Real Sociedad este año no desciende, el Eibar se mantiene -Joshe recoge el spontex y ordena los platillos de croissants y bollos encima de la barra-, y nos quitan el puerta a puerta lo que hayan hecho con nuestros impuestos solo le importa a un par de jubilados cascarrabias como tú.
-          - Es que ya no hay periodistas, desde que se jubilaron las genovevas, las mámenes y demás, los periódicos se hacen con becarias y los plumillas habéis dejado la underwood para huir de las tablets y refugiaros para siempre en la hostelería -Añade la rubia delgada que juega con un cigarrillo electrónico apagado en una esquina de la barra esperando que un té, que debe estar hirviendo, se enfríe-.
-          - Y tampoco hay abogados ¿No? -replica Rufino que la conoce desde su más tierna infancia-. ¿Tú ya has hecho sociedades offshore de éstas?
-          - Eran otros tiempos, los clientes no se fiaban de los empleados de las sucursales que podían dar sus datos a Eta y escondían su dinero bajo siete colchones suizos. Lo que pasaba es que los abogados que no sabían idiomas se tenían que arreglar con Panamá y así les ha ido.
-          - No me refiero a ésos, me refiero a los que hacían sociedad offshore en Errotaburu.
-          - Bravos tiempos que diría alguno -la letrada pega pequeños sorbos de su taza-, tampoco lo entiendo cómo han dejado tantos rastros, cuando el fuego devorador puede con todo, como se demostró, y hay tanto horno de fundición a mano, donde evaporar papeles, discos duros y demás.
-          - Es que pensaron que la ropa sucia se lava en casa y se les olvidó poner en marcha la lavadora -interviene el tabernero arrancando el fregaplatos-.
-          Pero aquí no pasa nada, esquelas y fútbol, todo con marco incomparable -La abogada paga lo de costumbre y se va resignadamente hacia la parada del autobús bajo unas pocas gotas de lluvia que, como de costumbre, le rizarán el pelo-.

sábado, 9 de abril de 2016

HOSTELERÍA EN PIRINEOS

Jaca as viewed from the Rapitan fort.
Jaca as viewed from the Rapitan fort. (Photo credit: Wikipedia)

En tiempos recientes me he dado algunos paseos por los Pirineos y he frecuentado los refugios lógicamente. Refugios en los que hay de todo, buenos o muy buenos, Ángel Orús, Larribet, San Nicolás de Bujaruelo, Montgarri… y los otros.
Pero también he ido a hoteles como la mayoría de los turistas que visitan nuestros valles y no se machacan por senderos y cumbres. Hay hoteles caros pero buenos, recuerdo el de Llanos del Hospital por ejemplo o el Parador Nacional de Artiés, en que sabes que lo que vas a pagar se compensa no solo por la ubicación sino por el servicio que ofrecen. Hoteles familiares, un poco vetustos, como el Hotel Ciria en Benasque o el Londres de Luz Saint Sauveur en los que no te llevas sorpresas desagradables. Hoteles de buena relación calidad/precio como la Hospedería de Roda de Isábena o el Hotel Sánchez de Ainsa, éste, a pesar de su entrada por la cafetería llena de mamás con niños jugando, es una de las sorpresas más agradables de mi último viaje: 48 euros por una habitación doble, moderna y confortable, con los desayunos incluidos. Y luego está, como caso aparte,  el histórico Hotel Mur de Jaca, hotel kitsch, ruidoso, incómodo, catálogo de averías en calefacción y ducha, muebles de pesadilla, desayuno con productos de marca blanca de Lidl y Mercadona… hotel que exhibe los retratos de sus ilustres visitantes del pasado para recordar al sufrido huésped que otros también fueron rehenes de la escasez de plazas hoteleras que puntualmente se produce en Jaca y, como remate, el personal hace saber con una sonrisa que las quejas de los clientes forman parte del guión de la pesadilla.