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lunes, 16 de noviembre de 2015

LA ABLACIÓN DEL CLÍTORIS INTELECTUAL

Este mundo de occidente, estas “falsas” democracias, nos permite debatir de todo, nos permite tener opiniones diversas sobre todo, permite a unos opinar que ahora hay que arrasar a todos los musulmanes en sus cunas y permite a otros acusar de suicidio a los 129 muertos de París, permite a unos reclamar la apertura de campos de exterminio de morenos en el territorio europeo y permite a otros acusar a Obama de los atentados de París y de Beirut… con esa facilidad para el debate inútil, el gesto fácil, que tenemos en el primer mundo.
Opera Garnier, Paris, France
Opera Garnier, Paris, France (Photo credit: Wikipedia)
No creo que haya una guerra de religiones en los atentados –se producen mayoritariamente en países musulmanes-, ni una guerra de matices dentro de una religión, guerra que ha saltado fuera de su ámbito y que exige que todos los ateos se declaren ateo-chiitas o ateo-sunitas. La historia nos muestra que las guerras de religión en el pasado por ejemplo entre los reformistas cristianos y los católicos, protestantes contra papistas, eran guerras de intereses entre las coronas reinantes, la defensa de las opciones religiosas era la coartada para las mutuas matanzas: Michelades, Saint Barthélémy…  Ahora también, unos no son cruzados intentando recuperar la Tierra Santa o defendiendo la instauración de la democracia en el cercano Oriente, otros no son sarracenos iluminados por el bandolero profeta que pretendan cortarle el clítoris a todas las mujeres del mundo, la visión del mundo que se defiende con tanta sangre es una excusa para cada una de las partes. Los muertos inocentes que unos causan en París y los muertos inocentes que otros causan en Siria o Irak no son vasos comunicantes, no tienen nexo de causa y efecto, sí lo tiene esa lucha entre fuerzas opuestas en aquellas tierras, los terroristas de París quieren que les digamos a nuestros representantes que les dejen solos para implantar su terror allí.
Quizá unos, los occidentales, intervienen solo porque quieren que el Oriente les sea suministrador de petróleo para ganar dinero en los mercados occidentales y otros, los combatientes de Alá, quieren ser los nuevos amos de ese petróleo para ganar dinero en los mercados occidentales, lo podrían arreglar sentados en una mesa pero les es más ventajoso incrementar los muertos de ambas partes.
Y esto que pienso no sirve para nada a esas víctimas de París con las que tengo más vínculos emocionales que con eso pastores de… –póngase aquí cualquier país oriental entre el Mediterráneo y el Índico-, que me dan pena  pero allí lejos, al fin y al cabo vivo por ahora en una sociedad en la que a los acusados de violación se les juzga y no en una comunidad en la que a las violadas se las apedrea hasta la muerte.
Es un lujo occidental poder ponerse la bandera republicana francesa en la foto de Facebook y creo que no me la voy a quitar hasta que cambie la foto de mi perfil, foto que es de mi perfil izquierdo, si me la cambio un día. Me gustaría que un día ese lujo pueda darse en otros estados más o menos lejanos o como me gustaría que en Euskadi los vascos que no solo tienen la ikurriña como bandera pudieran exhibir la suya sin temor a castigos de los talibanes locales.


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